Mientras Francia digiere la tragedia, la campaña electoral para las presidenciales del 22 de abril y el 6 de mayo va regresando poco a poco, si es que alguna vez se fue del todo. Como si los hados se hubieran puesto de acuerdo para cambiar de asunto y dar el último empujón a esta campaña infinita, un largo reportaje sobre Nicolas Sarkozy revela en el suplemento del fin de semana de Le Monde algunas sabrosas confidencias del presidente-candidato sobre su reelección y su máximo adversario, el socialista François Hollande. En el texto, firmado por Philippe Ridet, que hace cinco años siguió a Sarkozy en su camino triunfal hasta el Elíseo, el presidente espeta estas frases: “Voy a ganar, y te voy a decir por qué. Él no es bueno y eso comienza a verse. ¡Hollande es inútil! Es inútil, ¿comprendes? [Ségolène] Royal, pueden decir lo que quieran, pero tenía carisma. Por supuesto, esto te lo guardas para ti”.
Sarkozy asegura además que será la elección presidencial “más sorprendente de la historia”, aventura que ganará remontando “en la línea de meta”, y define la campaña como un “barco sin quilla, va en todas direcciones, pero vosotros, los observadores, vosotros pertenecéis a otro siglo. Una vez más, os equivocaréis”.
Pese a tanta seguridad en la victoria, Sarkozy maneja el escenario contrario, la derrota, que desembocaría, promete una vez más, en su retirada: “No lo digo por hacer espectáculo. ¿Tú me ves de secretario general de la UMP [su partido]?”, pregunta. Y luego añade, fantaseando con una vida familiar: “Me gustaría llevar a Giulia [su hija recién nacida] al colegio. Está justo al lado de casa. Y cuando paso delante y veo a padres de familia esperar, me digo, voilà, mis futuros colegas”.
A sus 57 años, Sarkozy se muestra como un cinéfilo tardío, cuenta que Martin Scorsese —“que cenó en casa”— le ha enviado 100 DVD, y cita entre sus nuevos descubrimientos a Vittorio de Sica, Luchino Visconti o Luis Buñuel.
La asombrosa transformación personal del candidato, unida a su firme gestión presidencial de la crisis terrorista más grave de las ultimas décadas en Francia, no parece haber tenido de momento efecto en los sondeos. Algunos le colocan en cabeza por escasa ventaja en la primera vuelta,pero todos estiman que Sarkozy perdería en la segunta vuelta ante Hollande por ocho puntos.
La gran sorpresa de las encuestas de esta semana, en todo caso, es que Jean-Luc Mélenchon, el candidato de la izquierda radical, ha superado en intención de voto a Marine Le Pen, la presidenta del Frente Nacional, y se ve como tercero en liza.
-- wwwformy vía Ipad
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