KABUL (Reuters).— Un sargento del ejército de Estados Unidos enfrenta la posibilidad de ser condenado a muerte, tras ser acusado ayer, de 17 asesinatos premeditados y seis intentos de asesinato por un tiroteo en la provincia de Kandahar, dijeron las fuerzas militares estadounidenses en Afganistán en un comunicado.
Según los cargos, el sargento Robert Bales, de 38 años, “durante o cerca del 11 de marzo del 2012, cometió, premeditadamente, el asesinato de 17 civiles afganos e intentó asesinar a otros seis” en al menos dos aldeas en el distrito de Panjwai, en el sur del país.
El asesinato premeditado es un delito capital bajo la justicia militar estadounidense, por lo que Bale podría enfrentar la pena de muerte si es condenado. Pero también podría ser sentenciado a la mínima sentencia, la cual significa una cadena perpetua con opción a libertad condicional.
Informes iniciales de Afganistán cifraron la cantidad de muertos en 16 personas, pero un funcionario de Defensa de Estados Unidos dijo que el número de fallecidos incluye cuatro hombres, cuatro mujeres y nueve niños.
Un hombre, una mujer y cuatro niños resultaron heridos, en un hecho que dañó seriamente las relaciones entre Kabul y Washington.
Bales se encuentra detenido en la prisión militar de Leavenworth, en Kansas, pero está asignado a la Base Conjunta Lewis-McChord del estado de Washington, donde se llevará a cabo el siguiente paso en el proceso judicial. El abogado de Bales, John Henry Browne, sugirió ayer que podría usar como defensa el estado mental del soldado.
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