7 nov 2012

Mitt Romney, una exitosa carrera que culmina con una dolorosa derrota

Washington DC -Baltimore • Con su derrota en las presidenciales estadunidenses, el ex gobernador de Massachussetts, Mitt Romney, puso fin a una carrera llena de éxitos profesionales, pero también repleta de fracasos políticos por una imagen de oportunista de la que nunca pudo deshacerse.

Romney, mormón, millonario de 65 años padre de cinco hijos y abuelo de 18 nietos, acumula éxitos profesionales: graduado en Harvard, inteligente consultor, jefe admirado, salvador de los Juegos Olímpicos de invierno de Salt Lake City en 2002, gobernador republicano del estado demócrata de Massachussetts de 2003 a 2007.

Sus derrotas han sido únicamente en el campo político: en 1994 no concretó sus aspiraciones a un escaño del Senado y en 2008 abandonó su carrera a la Casa Blanca en las primarias republicanas, que ganó John McCain.

Los cientos de millones de dólares gastados en publicidad no han logrado que se desprenda de una imagen de arrogancia, ni corregir sus vaivenes ideológicos.

¿Cuál es el "verdadero" Romney? ¿Un moderado que solía favorecer el derecho al aborto? ¿O un extremista de derecha que defiende draconianos recortes presupuestarios?

Pese a las persistentes dudas en la interna de su partido, Romney ganó la nominación presidencial republicana como el candidato con mejores opciones para vencer a Obama.

Un misionero mormón en Francia

Nacido en 1947 en Detroit, capital de la industria automotriz en Michigan (norte), Willard Mitt Romney tuvo su primer contacto con la política a los 15 años, cuando acompañaba a su padre George en la campaña que lo llevó a la gobernación.

En 1968, debió ser testigo de la derrota de su padre frente a Richard Nixon, en las primarias republicanas previas a las presidenciales.

Conoció a Ann Davies en 1965, en ese momento de sólo 15 años. En 1969, se casaron al regreso de Mitt tras dos años y medio como misionero mormón en Le Havre, Burdeos y París.

Durante su estadía de treinta meses en Francia, Romney trabajó arduamente para tratar de ganar adeptos para la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, una secta protestante con una imagen controvertida en la sociedad estadounidense a causa de sus orígenes polígamos.

Fue en ese país europeo donde en 1968 casi perdió la vida en un accidente automovilístico, en el que murió uno de los pasajeros que viajaban con Romney en el vehículo.

Ya casado con Ann, se instaló cerca de Boston, Massachusetts, donde ingresó a la mejor universidad del país, Harvard, y obtuvo en 1975 dos títulos: uno en Derecho y otro en Negocios.

Entró a trabajar en Bain & Company en 1977, y causó una impresión tan buena, que en 1984 le confiaron una nueva sociedad: Bain Capital.

Romney dirigió el fondo de inversiones durante 15 años, donde acumuló fortuna y reputación hasta transformar a la firma en una de las más prestigiosas en Estados Unidos, y sólo la abandonó para convertirse en 1999 en presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Salt Lake City y salvar sus cuentas.

"Pasé mi vida en el sector privado, nunca en el público. Quiero, con mi experiencia, ayudar a los estadounidenses", repitió constantemente, como un latiguillo, durante la campaña.

Los fondos de Bain Capital cosechan grandes éxitos, pero algunas de sus reestructuraciones de empresas, muy lucrativas para los inversores, lo fueron mucho menos para los trabajadores. Y los numerosos despidos que en ellas se produjeron eclipsaron el balance del candidato.

Mientras fue gobernador de Massachusetts, Romney se ganó una fama de moderado pragmático, de la cual se ha ido distanciando en su campaña hacia la Casa Blanca, lo que permitió a Obama calificarlo de malabarista político que cambia sus posturas dependiendo de sus intereses.

El "verdadero" Romney

Frente a ello, sus familiares y personas cercanas se movilizaron para tratar de mostrar al "verdadero" Mitt: bromista, atento e íntegro.

Sus reuniones electorales abrían con videos familiares, a veces con Mitt y Ann recordando anécdotas, inclusive con lágrimas en los ojos, como cuando evocaban la enfermedad de Ann.

La generosidad del candidato no era fingida, según la biografía de Scott Helman y Michael Kranish "El verdadero Romney" ("The Real Romney").

De 1986 a 1994, Romney dirigió la diócesis mormona en Boston, una función administrativa y religiosa que le permitió ayudar a los miembros de su congregación.

Romney protagonizó muchos actos de altruísmo, desde financiar los estudios de los hijos de una familia necesitada, hasta acompañar en un hospital a un joven condenado por la leucemia.

Pero también presionó a una madre soltera para que entregara su hijo a una agencia de adopciones de la iglesia, cosa que la mujer rechazó.

Tras su derrota en las primarias de 2008, su esposa Ann juró que "nunca más" pasarían por eso, aunque finalmente cambió de opinión en 2011 para ayudar a su marido a ganar las presidenciales de 2012.

Es difícil imaginar que Ann y los simpatizantes republicanos otorgarán una tercera oportunidad presidencial a Romney.


Fuente: milenio.com

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