2 dic 2012

Cesan al responsable de la 'ciberpolicía' iraní por la muerte de un bloguero


El jefe de la 'ciberpolicía de Irán, general Mohamad Hasan Shokrian, ha sido cesado por negligencia tras la muerte hace un mes del bloguero Sattar Behesti, mientras estaba detenido por un supuesto delito contra la seguridad nacional en la prisión de Evin de Teherán, informó la agencia oficial, IRNA.
Según la información, el jefe de la Policía de Irán, general Esmail Ahmadi Mogadam, dictó el cese de Shokrian por "negligencia e insuficiente supervisión sobre la conducta de sus subordinados" en relación con la muerte de Behesti, que según diversas fuentes supuestamente fue torturado.
El pasado 26 de noviembre, el representante especial del Parlamento de Irán para la investigación del caso, el diputado Mehdi Davatgari, dijo que la ciberpolicía actuó ilegalmente tras la detención de Behesti y pidió la dimisión o el cese de Shokrian.
Davatgari señaló entonces que la captura de Behesti fue legal, "pero la violación de la ley en este caso por la ciberpolicía es indudable", ya que "tuvieron al sospechoso detenido sin orden judicial toda una noche, lo que es totalmente contrario a la ley", pese a que apuntó que su muerte no la causaron golpes físicos.
El mismo día que Davatgari pidió la dimisión de Shokrian, tres sindicatos de Irán instaron al Gobierno a llevar ante la justicia a los presuntos autores de la muerte de Behesti, al sospechar que podrían haberse producido torturas.
En un comunicado conjunto, según la web opositora reformista islámica Kaleme, los tres sindicatos rechazan que Behesti hubiera atentado contra la seguridad del país y afirman: "No cometió más delito que hablar contra la injusticia y la pobreza que dominan la vida de los trabajadores".
Según la versión oficial, derivada del informe de una comisión forense que estudia el caso, "la causa más probable (de la muerte de Behesti) podría ser una conmoción", causada por la fuerte tensión psicológica tras su detención, aunque aún "no es posible precisar el motivo justo".
Sin embargo, la madre de Behesti, según la página de información opositora Saham News, dijo que vio sangre en el cuerpo de su hijo durante el funeral y que no padecía ninguna lesión cardiaca ni tomaba medicamentos, como asegura que han apuntado los forenses.
La familia de Behesti también ha denunciado haber recibido presiones y amenazas de las autoridades para que no hablen con medios de comunicación sobre el caso, según páginas de internet opositoras iraníes.
La prisión de Evin, en el noroeste de Teherán, es conocida por haber alojado, antes y después del triunfo de la Revolución Islámica en 1979, a miles de presos políticos y se han producido numerosas denuncias de violaciones de mujeres y torturas en ese centro de detención.
Según organizaciones internacionales de defensa de los Derechos Humanos, la familia de Beheshti denunció que la Policía les pidió que recogieran su cuerpo una semana después de su detención,el 31 de octubre, por actuar "contra la seguridad nacional" en redes sociales de internet.
Posteriormente, varios países occidentales reclamaron a Irán una investigación sobre el caso y que se exijan responsabilidades a los eventuales autores de su muerte, al sospechar que pudo fallecer por torturas.

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