Los islamistas de Ansar Dine, dirigidos por el jefe tuareg Iyad Ag Ghaly, y elementos del grupo Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) pasaron a controlar enormes áreas después de que el Movimiento Nacional por la Liberación de Azawad (MNLA) anunciara unilateralmente el fin de sus "operaciones militares". Importante componente de la rebelión tuareg maliense, el MNLA proclamó este viernes "la independencia de Azawad" en una declaración en su página de Internet y por boca de uno de sus voceros en la televisión France 24.
El grupo de militares en el poder desde el 22 de marzo llamó a las poblaciones del norte del país a "resistir" a los "grupos rebeldes y otros atacantes extremistas" que controlan ahora sus regiones, en un comunicado difundido el jueves. Además, les "garantiza que el Estado hará todo lo posible en los mejores plazos" para volverles a dar plena seguridad.
Según el MNLA, el grupo optó por el alto el fuego ante "la liberación completa de Azawad -una región considerada como cuna de los tuareg, por lo que reivindican su independencia- y el "pedido de la comunidad internacional". "En realidad, por lo que sabemos, el MNLA ya no dirige actualmente nada (en el norte del país. Iyad (Ag Ghaly) es el más fuerte, y él está con AQMI", dijo a la AFP una fuente militar maliense que pidió el anonimato.
Esta supremacía de los islamistas, que se proponen imponer la sharia, preocupa a la comunidad internacional y llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a votar el miércoles una resolución sobre Malí. Allí pide un alto el fuego completo y condena la violencia registrada en el norte del país, que este jueves obligaba a huir a centenas de personas desde regiones que se han vuelto inaccesibles para la prensa o las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria.
Numerosos desplazados relataron saqueos generalizados en Gao y Tombuctú, y actos de vandalismo en Kidal. De acuerdo con Caritas International, unos 90.000 desplazados "sin asistencia" se encuentran en Gao, Tombuctú y Kidal. Testigos aseguran que centenas de personas abandonaron Tombuctú en la noche del miércoles, la mayoría en dirección a Mauritania y Burkina Faso, países limítrofes.
El consulado de Argelia en Gao fue ocupado el jueves por islamistas armados que izaron su propia bandera y arrestaron a los diplomáticos. En Tombuctú, tres occidentales fueron evacuados en el último minuto.
La junta militar en el poder en Malí desde hace menos de un mes acusa a los nuevos amos del norte del país de haber cometido "graves violaciones de los derechos humanos", citando el caso de mujeres violadas, especialmente en Gao. "Esas personas están cometiendo todo tipo de atrocidades", dijo el jueves a la AFP una fuente militar próxima a la junta.
Simultáneamente, el líder de los golpistas, el capitán Amadou Sanogo, seguía debatiendo con emisarios de la Comunidad Económica de los Estados del Oeste de África (CEDEAO) que impuso un embargo total a Malí para forzar a la junta militar a retirarse del poder. La CEDEAO ya puso en alerta a entre 2.000 y 3.000 hombres.
Las organizaciones humanitarias Oxfam y World Vision expresaron su inquietud por la consecuencias de este embargo por la amenaza que supone para millones de personas que sufren la precariedad alimentaria.
Paralelamente, representantes de la junta negociaban con políticos locales para encontrar una salida a la crisis. Una coalición favorable a la junta militar, el Movimiento Popular 22 de Marzo (MP22) exhortó a los golpistas a "mantenerse firmes y rechazar completamente los dictados de los imperialistas franceses y occidentales". Sanogo, en cambio, llamó a los países occidentales a intervenir militarmente en el norte de Malí, contra los islamistas armados.
-- wwwformy vía Ipad
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