MÉXICO, D.F. (apro).- La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) dejó en libertad a un traficante de armas de origen mexicano involucrado en el operativo Rápido y Furioso, pese a que el capo era buscado por la agencia antidrogas estadunidense (DEA), reveló el diario Los Angeles Times.
En la madeja de errores en que se convirtió ese operativo para seguir la huella a traficantes de armas de Estados Unidos a México, se pusieron al descubierto detalles sobre un incidente que fue documentado, apuntó el diario.
De acuerdo con Los Angeles Times, el traficante de armas Manuel Fabián Celis Acosta era usado por agentes federales como informante para ayudar a detener a dos capos de la droga en México.
Sin embargo, añadió el rotativo, luego de que Celis Acosta fuera detenido, “las autoridades descubrieron que los dos capos, que son hermanos pero de quienes no se proporcionan nombres, eran informantes secretos de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI)”.
“La ATF retuvo a Celis Acosta en medio del operativo Rápido y Furioso que se lanzó de manera encubierta por las autoridades estadunidenses”, acotó el diario.
En el momento de su detención se pensó que éste llevaría a la ATF a ubicar a dos poderosos miembros de los cárteles mexicanos de la droga, abundó.
Luego de ser interrogado por la ATF, se dejó en libertad Manuel Fabián Celis a sabiendas de que era buscado por la DEA, pero sólo después de descubrir que los dos capos de la droga fueron ubicados como informantes del FBI, según correos electrónicos a los que tuvo acceso el Times.
El fracasado operativo Rápido y Furioso fue lanzado en mayo de 2010 por autoridades estadunidenses para dar seguimiento a la venta de armas al crimen organizado en México, lo que a la postre causó la muerte de diversas personas y agentes.
En el reporte se señaló que Celis Acosta fue detenido en mayo de 2010, cuando circulaba con un vehículo con 74 cargas de municiones.
Agentes de la ATF colocaron una cámara secreta afuera de su casa de Phoenix para seguir sus movimientos y, por separado, la DEA operaba una intervención telefónica para monitorear sus movimientos.
El narcotraficante fue detenido en la frontera en Lukeville, y luego fue puesto en libertad por Hope MacAllister, investigador en jefe de ATF en el operativo Rápido y Furioso.
-- wwwformy vía Ipad
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