La CIA envió operativos al consulado estadounidense en la localidad libia de Benghazi apenas 25 minutos después del inicio del ataque ejecutado el 11 de septiembre contra el edificio --en el que fallecieron el embajador del país norteamericano, Christopher Stevens, y otros tres ciudadanos estadounidenses-- y jugó un papel de mayor importancia en los intentos por poner fin al asedio de lo que ha sido reconocido hasta el momento, según ha informado el diario estadounidense 'The Washington Post'.
La CIA envió operativos al consulado estadounidense en la localidad libia de Benghazi apenas 25 minutos después del inicio del ataque ejecutado el 11 de septiembre contra el edificio --en el que fallecieron el embajador del país norteamericano, Christopher Stevens, y otros tres ciudadanos estadounidenses-- y jugó un papel de mayor importancia en los intentos por poner fin al asedio de lo que ha sido reconocido hasta el momento, según ha informado el diario estadounidense 'The Washington Post'.
La organización movilizó los esfuerzos de evacuación, se hizo con el control de un avión no tripulado ('drone') estadounidense para dibujar rutas de escape y envió a un equipo de seguridad desde Trípoli. Asimismo, estuvo a cargo de los aviones que sacaron del lugar al personal que sobrevivió al ataque el 12 de septiembre, según han fuentes oficiales estadounidenses bajo condición de anonimato.
Estas fuentes han indicado que los agentes de la CIA en Benghazi "respondieron a la situación tan rápida y efectivamente como fue posible". "Los agentes de seguridad fueron auténticos héroes. Rápidamente intentaron conseguir apoyo local y armas pesadas, y como no lo consiguieron en pocos minutos, se mantuvieron y arriesgaron su vida para salvar a sus camaradas", han agregado.
"En todos los niveles de la cadena de mando, desde los altos cargos en Libia a los más altos cargos en Washington, todo el mundo intentó ayudar en lo posible. No hubo réplicas a las decisiones tomadas sobre el terreno (...) No hubo órdenes a nadie para que dejara de dar apoyo", han resaltado.
Estas informaciones son las más detalladas publicadas hasta el momento sobre el ataque, en el que fallecieron también dos exmiembros de las fuerzas de élite y de un experto en tecnologías de información y comunicación. El ataque se ha convertido en uno de los focos del debate electoral entre el presidente, Barack Obama, y el candidato republicano,Mitt Romney.
Asimismo, las fuentes consultadas por el diario estadounidense han asegurado que los operativos de la CIA en Benghazi y Trípoli tomaron las decisiones sin interferencia de Washington, aunque han reconocido que los efectivos se vieron sobrepasados y fueron incapaces de movilizar a los equipos de seguridad libios hasta que fue demasiado tarde.
El equipo enviado desde Trípoli estuvo compuesto por unos cinco operativos de la CIA y dos miembros del personal militar. El comando intentó llegar al hospital al que fue trasladado Stevens cuando se creía que aún estaba con vida, aunque las autoridades libias lo retuvieron en el aeropuerto e informaron de que la situación de seguridad en el centro hospitalario era incierta.
Por último, estas fuentes han indicado que el punto al que el personal del consulado fue evacuado era una base de la CIA establecida por los servicios secretos como base antes de la caída del exlíder libio Muamar Gadafi.
Estos datos se suman a los facilitados a finales de octubre por la agencia británica Reuters, según los cuales el Gobierno de Estados Unidos supo dos horas después del asalto al consulado que un grupo terrorista había reivindicado la autoría del ataque.
A pesar de que en un primer momento se indicó que el asalto se enmarcaba en las protestas populares contra la película 'Inocencia de los musulmanes', considerada blasfema por satirizar al profeta Mahoma y percibida como una ofensa contra el Islam por varios sectores de la comunidad musulmana, los informes publicados posteriormente apuntaron a un ataque terrorista planificado.
(EuropaPress)
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