La forma de andar entre una multitud de personas corrientes o el modo de mirar un eclipse de Sol, son algunas de las pruebas que tendrán que pasar a partir de ahora los aspirantes a poseer un iPhone.
Según el nuevo presidente de Apple en España, “ahora mismo estamos encontrando nuestros teléfonos en lugares tan poco apropiados como verdulerías, automóviles coreanos, pisos de protección oficial, pequeños prostíbulos de provincias e incluso en el Congreso de los Diputados”.
Mientras la compañía se decide a fabricar un nuevo modelo de iPhone para personas vulgares, más pequeño y más sucio, los gobiernos de los diferentes países ya han mostrado su preocupación por la seguridad de los más de diez mil castings que ya hay convocados en numerosas ciudades, pero también por el stress y la ansiedad que esta medida está provocando entre la población. “Si no paso el casting del iPhone mataré a tres gatitos”, ha llegado a decir uno de los aspirantes.
“No buscamos superhéroes”, ha dicho el portavoz de Apple, “sino gente con vidas que valgan la pena”.
Más de trescientas mil personas, solo en España, ya se están preparando en academias particulares que prometen convertirlos en clientes interesantes en apenas tres meses. Sin embargo, solo un diez por ciento de los alumnos conseguirá un terminal, aseguran los propios profesores.
El iPhone 7, que tiene previsto su lanzamiento en abril de 2015, solo se lo venderán a Mick Jagger.
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