Nuevo episodio de contaminación en las proximidades de Doñana. Ecologistas en Acción denuncia vertidos continuados de aguas fecales entre la playa de Bajo de Guía y Bonanza, justo en la desembocadura del río Guadalquivir, frente al espacio natural.
El volumen no es menor. El grupo conservacionista denuncia la evacuación de un caudal medio diario de 800 metros cúbicos, el equivalente a los residuos de unas 3.000 personas. El vertido proviene del arroyo del Salto del Grillo, que recoge las aguas fecales de las zonas de Santa Brígida y Miradama. Según los ecologistas, estos residuos alcanzan el mar "sin ningún tipo de depuración".
No es la única contaminación detectada en la zona. La asociación también ha denunciado vertidos a la playa de la Calzada.
Ecologistas en Acción exige soluciones al Ayuntamiento de Sanlúcar -como principal responsable- y a la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente por "tolerar" desechos que este colectivo denuncia "desde hace ocho años". Piden a ambas instituciones actuaciones "urgentes" que pongan fin a "un foco de contaminación y un delito ecológico continuado".
El secretario de ordenación del territorio de Ecologistas en Acción en la provincia de Cádiz, Alfredo Barragán, recuerda que "por una decisión municipal se conectó años atrás la red de saneamiento al arroyo del Salto del Grillo". "Cuando llueve los residuos se mezclan con aguas pluviales, pero cuando no, el vertido en la desembocadura del estuario es de aguas fecales. Puro y duro", afirma Barragán. "Encontramos detergente, toallitas y todos los restos que se echan por los desagües del inodoro", añade.
El Consistorio ya consigue controlar la contaminación, pero sólo en verano. Según explica el colectivo naturalista, un azud "desvía el vertido hacia la red de saneamiento". Sin embargo, esta solución no sirve en las estaciones húmedas, ya que se necesita evacuar también el agua de lluvia.
¿Cuál sería entonces la solución? Para Ecologistas en Acción es bastante sencilla: conectar las aguas fecales a la red de saneamiento.
Hasta ahora, el Ayuntamiento acomete obras para evitar la contaminación en La Calzada. A la espera de que concluyan los trabajos, Barragán lamenta que se siga ensuciando la playa.
En el caso del arroyo natural, el vertido aún no tiene solución y los ecologistas se encargan de subrayar que no es por desconocimiento. "Tienen constancia por escrito de estas irregularidades. No pueden decir que no están al tanto. Simplemente hacen oídos sordos", recuerda el portavoz ecologista.
Estos focos de contaminación son permanentemente vigilados por la agrupación, que ya ha sembrado el litoral de Sanlúcar de banderas negras. El colectivo exige así a las instituciones que erradiquen de una vez los vertidos en un tramo de litoral de indudable valor paisajístico y ecológico.
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