Los trabajadores de RNE están hartos de la deriva que ha tomado la emisora desde la llegada del PP a La Moncloa. Por ello, han decidido crear una plataforma para denunciar la “manipulación” del Gobierno en los contenidos y los cambios impuestos en la plantilla, que según dicen han provocado una pérdida de calidad. Las críticas de este colectivo llegan apenas unos días después de conocer el ‘batacazo’ de RNE en el último EGM.
En un comunicado que circula por Internet los profesionales aglutinados en ‘Salvemos RNE’ señalan que “ante los cambios que está sufriendo la emisora en los últimos tiempos” los trabajadores quieren decir a los ciudadanos “que ésta no es la radio que queremos hacer”. “Queremos la de los últimos años. Esa que, por fin, era fruto del consenso obligado entre los partidos. Esa en la que la ideología quedó al margen y pudimos trabajar con libertad y con criterios exclusivamente profesionales. Esa que, siendo mejorable, nos situaba por primera vez cerca de los medios internacionales más avanzados y serios. Esa que ha sido reconocida dentro y fuera de España, y por gente de todas las ideologías”.
“Pero esa radio ha desaparecido. No sólo hemos vuelto a los tiempos de la manipulación y el sectarismo, sino que se añade algo mucho más grave: el hundimiento de la calidad”, continúa este comunicado. “Desde nuestros sitios asistimos cada día atónitos, indignados y tristes a cómo se perpetra una radio que es de todo menos profesional. Una radio hueca en la que vuelve a primar el discurso oficial. Una radio en la que los temas incómodos para el Gobierno desaparecen o son relegados, y los que son irrelevantes pero positivos para el Ejecutivo, suben a los primeros puestos”.
“Una radio”, insisten estos profesionales del ente, “en la que nos saltamos directos y ruedas de prensa fundamentales y, lejos de poner el grito en el cielo, nos damos palmadas en la espalda. Una radio de entrevistas pelotas y superficiales a la derecha y llenas de reproches a la izquierda. Una radio en la que los presentadores de los informativos (que, en su mayoría, no tienen experiencia en esa tarea) hacen editoriales y apostillan alegremente con opiniones, siempre del mismo lado. Una radio en la que hemos pasado de la exigencia y la seriedad a la desorganización, el desconocimiento y la despreocupación”.
En este punto, los trabajadores de RNE cargan también contra los cambios impuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy en la plantilla. “Volvemos a aquellos tiempos en los que cuando llega una nueva dirección arrasa con todo y no por razones profesionales como dicen. Porque ¿quién se cree que se cambien todos los editores y presentadores de los programas e informativos, los nombres de los espacios, las sintonías, o incluso los jefes técnicos e informáticos sólo por razones profesionales? ¿Todos los que estaban eran malos? ¿Todos los que están ahora son mejores?”, se preguntan.
Una cuestión para la que tienen respuesta: “Entendemos que una dirección debe rodearse de gente de su confianza, pero llegar a hasta ese punto no se explica si no es porque quieres poner ‘a los tuyos’ y volver a utilizar la radio como tu cortijo”.
Asimismo, aseguran estar “hartos” de que se tenga a la plantilla como “un ejército que está ahí para obedecer las instrucciones de unos o de otros aunque sean opuestas, ilógicas e injustas. Estamos agotados de que nuestras carreras profesionales fluctúen o ni existan por razones ajenas a nuestro trabajo”. Un cansancio con el que destacan que es “imposible fidelizar oyentes”.
Precisamente esto es algo que ha reflejado la tercera oleada del Estudio General de Medios (EGM), que ha desvelado el ‘batacazo’ de RNE debido a los cambios de plantilla y contenidos decretados por el Ejecutivo. Concretamente, la emisora pública ha sido la peor parada de este estudio, ya que se ha quedado con 1,4 millones de seguidores, casi medio millón menos que la oleada anterior. En total, el retroceso ha sido 11,6% en un año y del 23% en comparación a los datos del verano, que fueron uno de los más altos de la historia de la emisora.
La creación de esta plataforma nace a imagen y semejanza de la constituida hace ya varios meses por los trabajadores de Telemadrid contra la privatización de la cadena autonómica. De hecho, coinciden en el nombre.
Las quejas de la plantilla de RNE se unen a las ya manifestadas por los profesionales de Televisión Española, que han denunciado diversas intromisiones por parte de la dirección del ente en varios reportajes referentes a la tragedia del Madrid Arena o a la decisión de Esperanza Aguirre de abandonar la presidencia de la Comunidad de Madrid.
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