El desmantelamiento de la minería en Asturias destruiría a corto plazo unos 14.000 empleos -3.500 directos y unos 10.500 indirectos-, según las estimaciones que baraja el consejero de Economía del Principado, Graciano Torre, que considera "incomprensible" el recorte de ayudas decidido por el Gobierno y con el que, a su juicio, se aboca al cierre al sector.
En una entrevista, Torre asegura que ni Asturias ni León están "preparadas" para asumir la desaparición de una actividad cuyo "declive" estaba ya pactado con la Unión Europea donde, subraya, "hubo que luchar" para garantizar al menos su supervivencia hasta 2018, fecha límite para el cierre de explotaciones deficitarias.
Dicho acuerdo, recuerda, establecía a partir de este año unas reducciones progresivas de ayudas públicas, pero de menor cuantía que el recorte del 63% planteado por el Ministerio de Industria para 2012.
"Crear esta situación por 90 ó 100 millones de euros no hay nadie en su sano juicio que lo comprenda", afirma.
De producirse un cierre inmediato de explotaciones, las cuencas mineras asturianas, en especial la del suroccidente, pueden quedar "como un desierto" y repetir lo que pasó en comarcas leonesas como las de Cistierna o Fabero "donde las minas se cerraron en ocho meses" y en las que, a pesar de los esfuerzos por atraer nuevas inversiones, "hoy en día no hay nadie. Ni nadie, ni nada".
El titular de Economía se niega a entrar ahora en el debate sobre la buena o mala utilización de los fondos destinados a reindustrializar las cuencas y a dotarlas de infraestructuras, aunque admite que es una cuestión de la que se puede discutir, sobre la gestión realizada "por todas las partes que intervinieron".
"Ahora la cuestión es la supervivencia del sector. De lo que hay que hablar es de las ayudas para seguir sacando carbón en las cantidades y con los decrecimientos pactados con la UE, y quien intente crear una cortina de humo sobre un problema ajeno al actual, conmigo que no cuente", subraya.
"Crear esta situación por 90 ó 100 millones de euros no hay nadie en su sano juicio que lo comprenda"
Torre cuestiona además las garantías ofrecidas por la presidenta de la empresa pública Hunosa, Teresa Mallada, de que, a pesar del recorte, mantendrá su actual nivel de empleo -1.850 trabajadores- dado que "todos los años" su accionista universal, la SEPI, "tiene que poner dinero" y en estas circunstancias "debería ser mucho más".
A su juicio, si la SEPI ha garantizado que cubrirá esas aportaciones, Hunosa "debería decirlo", aunque Torre duda de esta circunstancia y señala que, de no ser así, su presidenta tendría que analizar la situación "con más rigor" dado que resulta difícil creer que la compañía estatal sobreviviera al cierre del resto del sector.
Para el consejero de Economía, que ya fue responsable de Industria en el anterior Gobierno socialista, Asturias necesita "agarrarse con más fuerza" a sus sectores tradicionales después de que la crisis iniciada en 2008 "ralentizara fuertemente" el cambio progresivo del modelo industrial de la región.
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