Madrid, 10 de agosto.- Agentes de la Policía Nacional española, en una labor conjunta con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, abortaron el intento de Joaquín El Chapo Guzmán de establecerse en Europa, informó hoy el cuerpo de seguridad español.
En un comunicado, indicó que fueron detenidos en el centro de Madrid cuatro miembros del cártel de Sinaloa, entre ellos un primo del que denominó “el mayor narcotraficante del mundo”, que había elegido España como plataforma de lanzamiento de sus operativos en el Viejo Continente.
Resaltó que España iba a ser utilizada como puerta de entrada de importantes cargamentos de estupefacientes.
Refirió que a finales de julio pasado se interceptó en el Puerto de Algeciras un contenedor que transportaba 373 kilogramos de cocaína que la organización se disponía a distribuir en diferentes puntos de Europa.
Tras ello, Jesús Gutiérrez Guzmán (primo hermano del Chapo), Rafael Humberto Celaya Valenzuela, Samuel Zazueta Valenzuela y Jesús Gonzalo Palazuelos Soto fueron arrestados en las inmediaciones de sus hoteles en la capital.
La operación “Dark Waters” se inició en mayo de 2009 por parte de la oficina del FBI en Boston (Massachussets) en torno a las actividades ilícitas del cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, conocido como El Chapo Guzmán.
El cártel de Sinaloa está considerado como la mayor organización criminal a nivel mundial, y genera millonarios ingresos económicos, principalmente producto del tráfico de estupefacientes.
El comunicado anotó que el éxito de la operación fue posible gracias a la utilización por parte de los agentes de las más modernas técnicas de investigación, que en todo momento han estado supervisadas por jueces y fiscales.
Explicó que en octubre de 2010, los agentes del FBI y de la Brigada Central de Crimen Organizado de la Policía Nacional mantuvieron las primeras reuniones operativas al tener conocimiento de que la organización tenía intención de establecerse en España para expandir su actividad criminal en Europa.
Entonces se acordaron las líneas estratégicas operativas en las que se iba a basar la investigación.
Estas medidas se plasmaron en una Comisión Rogatoria, entregada en la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional y presentada ante el Juzgado Central de Instrucción número cinco.
Dio a conocer que el grueso de las pesquisas se desarrolló fundamentalmente en Estados Unidos.
Los agentes del FBI averiguaron que los miembros del cártel habían planificado ir a España, viaje que realizaron en marzo de 2011 y los policías españoles les detectaron en esas fechas en Madrid y les vigilaron estrechamente hasta lograr su plena identificación.
Gracias al intercambio de informaciones con el FBI se supo que los investigados tenían la intención de iniciar importantes envíos de cocaína por vía marítima, oculta en contenedores con carga legal declarada.
Adoptaban grandes medidas de seguridad para asegurar el éxito de las operaciones, y enviaron varios contenedores sin ningún tipo de estupefaciente.
Finalmente remitieron su primer cargamento en un barco procedente de Brasil. El contenedor, que fue interceptado a finales de julio en el Puerto de Algeciras, ocultaba 373 kilogramos de cocaína.
En los registros realizados en las habitaciones donde se alojaban se decomisaron teléfonos celulares, cinco mil 500 dólares, cerca de tres mil euros, cuatro mil pesos mexicanos y documentación pendiente de análisis.
Los detenidos, de edades comprendidas entre los 37 y los 52 años y con nacionalidad mexicana, eran buscados por las autoridades judiciales estadunidenses por tráfico de estupefacientes y lavado de capitales, entre otros delitos. La Audiencia Nacional decretó su ingreso en prisión.
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