Ya suma más de 30 ediciones y son más de 500 las mujeres satisfechas con la experiencia. El Taller del Orgasmo Femenino se dirige a mujeres que quieren conocer mejor algunos aspectos de su sexualidad, especialmente aquellos relacionados con su cuerpo y la vivencia del placer. Se dicta en el Instituto de Estudios de la Sexualidad y la Pareja, en España, y lo dirige Marina Castro, psicóloga especializada en sexología y terapia de pareja, quien aclara que “no es un grupo de terapia sino de aprendizaje” y nos da algunos consejos para tener en cuenta a la hora del placer.
En diálogo con Entremujeres, cuenta que "a partir del Taller del Orgasmo Femenino se ha desarrollado el Taller del Deseo para Parejas, ya que a las mujeres les interesaba mucho el funcionamiento del deseo sexual en ellas y cómo equilibrarlo luego con su pareja. La temática y el enfoque de este último lo vuelven complementario y está pensado para parejas de larga duración", explica.
¿Qué es el “taller del orgasmo”? ¿Está dirigido a todas la mujeres o sólo a aquellas que tienen alguna disfunción sexual?
El taller del orgasmo femenino es un taller abierto a mujeres de cualquier edad que quieren conocer y mejorar su sexualidad: no es un grupo de terapia sino de aprendizaje. Este taller es exclusivo para mujeres, y se hace en grupos reducidos. Es intensivo, de un día de duración, y se realiza en el Instituto de Estudios de la Sexualidad y la Pareja. Ya llevamos casi 20 ediciones.
¿Qué temas abordan?
La fisiología y clases de orgasmo y la experiencia y técnicas de masturbación son algunos de los temas que se tratan en el taller. El objetivo de cada encuentro es que la mujer logre mejorar su vivencia personal de la sexualidad y no sólo en lo vinculado al placer sino también en la autoestima, la corporalidad, las vergüenzas, los miedos y los mitos.
¿Se puede hablar del orgasmo femenino como algo único, idéntico, o cada mujer lo experimenta de un único modo?
Aquí precisamente reside parte de la dificultad: la variedad de experiencias subjetivas y, sobre todo, la falta de vocabulario para describir las sensaciones. Aunque se experimente con variaciones de intensidad, frecuencia y vía por la cual se desencadena, hay una entidad común en el placer y su correspondencia fisiológica.
¿Qué perfil de mujeres van?
El perfil de las asistentes es muy amplio: asisten mujeres de 17 años hasta de 76, aunque la mayoría tiene entre 30 y 55 años. Precisamente, el hecho de no estar condicionadas por la edad es muy enriquecedor, ya que compartimos las vivencias de la sexualidad y nos damos cuenta que evolucionamos mucho en algunos conceptos sociales pero no en los personales.
¿El orgasmo es algo físico exclusivamente o es también psíquico?
No podemos desligar estos dos aspectos: los dos son igual de importantes a la hora de tener placer. Tanto la parte mental como la física juegan un papel muy importante y ambas están presentes en el taller del orgasmo. Podemos recibir la mejor estimulación del mundo pero si tenemos la mente en el lista del supermercado no iremos por buen camino; y, al revés, podemos tener la mente muy conectada con el cuerpo y las sensaciones pero, si el tacto es desagradable, tampoco disfrutaremos de ese momento. En ambos casos, la excitación y su consecuencia (el orgasmo) no aparecerán.
¿El objetivo es mejorar la calidad y cantidad de los orgasmos que tenemos?
El objetivo es mejorar la vivencia personal de la sexualidad por parte de la mujer: no sólo en el placer sino también en la autoestima, la corporalidad, las vergüenzas, miedos, mitos... Hay muchos factores que hacen que muchas mujeres no vivan su sexualidad con bienestar y conciencia de su parte más sexual.
¿Cuál es la técnica para alcanzar el resultado? ¿Se utilizan elementos o no es necesario?
A lo largo del taller redefinimos la sexualidad dentro de un proceso, sin una finalidad o un resultado focalizado en el orgasmo, ya que ésta es, justamente, una de las causas que bloquean la posibilidad de disfrutarlo. El orgasmo debe ser una consecuencia, nunca un objetivo a buscar. El trabajo en el taller es muy reflexivo, con técnicas para compartir vivencias, subir la autoestima, aumentar el conocimiento, aunque no llega a ser un taller de experimentación corporal. Ese sería un segundo nivel para mejorar de qué manera nos tocamos y tocamos.
¿Qué papel tiene la pareja (el otro) en este proceso?
La pareja se convierte en un receptor interesado en que ella le explique lo trabajado. Por eso, abrimos “canales de comunicación sexual” para continuar trabajando el tema después del taller y seguir elaborando la sexualidad en pareja. Yo recomiendo mucha comunicación: no tiene por qué ser verbal, pero sí comunicación física, indicar qué queremos, cuándo y dónde. Es necesario que cada miembro de la pareja no tenga que adivinar lo que el otro quiere y se pueda concentrar en el sentir el cuerpo y las sensaciones y pueda potenciar el placer.
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