Damasco, 20 de septiembre (Télam).- Un ataque aéreo alcanzó hoy una estación de servicio en el norte de Siria y provocó la muerte de 30 personas, dijeron fuentes de la oposición, mientras el gobierno afirmó que sigue avanzando en su lucha contra insurgentes armados que quieren derrocar al presidente Bashar Al Assad.
Las fuentes de la oposición informaron que un helicóptero militar lanzó una bomba contra una estación de servicio en el pueblo de Ain Issa, en la provincia de Al Raqa, cerca de la frontera turca y de un puesto fronterizo que fue tomado esta semana por los insurgentes.
El ataque dejó, además, 25 heridos de gravedad, agregaron las fuentes citadas por la agencia Europa Press.
Por su parte, el gobierno de Bashar al Assad aseguró hoy que está avanzando en su lucha contra los rebeldes y que en el plazo de un mes se podrán lograr resultados sustanciales.
"La acción militar sobre el terreno contra las tropas armadas está logrando un progreso bueno y satisfactorio", señaló el ministro sirio para la Reconciliación Nacional, Ali Haider.
"A partir de ahora, podemos alcanzan resultados tangibles en menos de un mes", informó a la prensa en la capital siria.
El opositor Consejo Nacional Sirio (CNS) declaró sectores al sur de Damasco "áreas de desastre" tras los ataques realizados por las fuerzas del gobierno para acabar con los focos de resistencia.
"La comunidad internacional y los países árabes deberían intervenir inmediatamente para salvar al pueblo de la capital más vieja del mundo", señaló el CNS.
Haytham al Abdallah, un activista domiciliado en Damasco, dijo a la agencia de noticias DPA, que los ataques del gobierno contra las áreas del sur de Hajar al Aswad y el campamento de refugiados palestino de Yamuk no frenan desde ayer.
Al menos 15 refugiados palestinos habrían muerto y más de 100 detenidos en una redada en el campamento, ya que el gobierno los acusa de ayudar a los rebeldes, dijo el activista.
Un empleado del hospital Al Muwasat en Damasco dijo en la web opositora "All4Syria" que tras los combates en el sur de la capital en dos días fueron llevados unos 300 soldados y milicianos muertos y más de 150 cadáveres de civiles.
En Alepo, en el norte del país, decenas de personas murieron por los ataques de las fuerzas del gobierno, informó la oposición.
En cambio la agencia de noticias siria Sana aseguró que las tropas del gobierno mataron a unos 100 "terroristas" en Alepo.
Además, los rebeldes aseguraron haber derribado un helicóptero en Alepo mientras atacaba áreas suburbanas cerca de la frontera con Turquía.
También hubo enfrentamientos en la ciudad de Al Rastan, en la provincia central de Homs, foco del conflicto que dura ya 19 meses.
Al menos 17 personas, entre ellas 13 rebeldes, habrían muerto allí, según el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
En total, hoy habrían muerto 60 personas, según la oposición, que cifra en más de 27.000 el número total de víctimas mortales en lo que va de conflicto.
El enviado especial de la ONU y la Liga Arabe, Lakhdar Brahimi, que visitó Damasco el fin de semana, habló de una auténtica situación de guerra civil, en una entrevista con el canal en inglés de la cadena árabe Al Jazira, donde dijo que no cree que ninguna de las partes gane los combates.
La ONU deliberará sobre la situación en su Asamblea General en Nueva York en los próximos días. (Télam).-
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