No se sabe si realmente sus señorías se sintieron inseguras durante el 25S. La mayoría dice que no, que la manifestación ciudadana apenas alteró su jornada laboral y que solo se escuchó algún que otro grito coreado. Incluso el juez Pedraz dice que la jornada fue normal. Sin embargo alguien no se siente muy seguro últimamente en el hemiciclo pero por otros motivos.
Fachada del edificio del Congreso de los Diputados en Madrid. EFEHasta el punto de que se ha aprobado el gasto de 4,5 millones de euros
para un proyecto de sustitución de las cubiertas y acabados de los
patios del Congreso de los Diputados, que frene su deterioro, optimice
su eficiencia energética y, aquí viene lo curioso, se garantice la seguridad del edificio. Un dinero público que se incluye en los 84,1 millones de euros de presupuesto
con el que cuenta el Congreso de los Diputados para 2013 que incluyen
el cableado wi-fi, la renovación de iPhones y iPads, viajes, y el sueldo de los diputados. [Relacionado: Cuando el PP era quien rodeaba el Congreso… y el PSOE lo comparaba al 23-F]
Al final la seguridad del mismo no la ponen en peligro los centenares de manifestantes radicales que la Policía contabilizó la pasada semana, sino la propia estructura del inmueble.
La elegida por Patrimonio del Estado para semejante tarea ha sido la empresa Dragados. El caso es que con la excusa de mejorar el Congreso de los Diputados, la Cámara Baja va a estar engalanada con un andamiaje externo durante cerca de 10 meses. Hasta el final del verano que viene. Durante ese tiempo el hemiciclo va a parecer un fortín inexpugnable independientemente de que se celebren nuevas manifestaciones en sus alrededores.
Motivos aparte, el gasto de 4,5 millones de euros viene a sumarse a varios desembolsos recientes —incluyendo la creación de un nuevo parking subterráneo-. Precisamente este nuevo gasto en época de austeridad sirve para tapar lo mejorado antes. Así se explica en la descripción de la obra que apunta que hasta mediados del siglo pasado no se realizaron obras de restauración dignas de reflejar las últimas intervenciones, "de distinta naturaleza, practicadas han provocado el deterioro de las cubiertas y la acumulación de equipamientos que han producido la pérdida de la simetría original".
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