11 oct 2012

El video erótico de Olvido se difundió por WhatsApp, pero configura el tuyo para que no te ocurra lo mismo


La historia es ya por todos conocida --La concejal acusa de filtrar el vídeo erótico al futbolista que el que tenía un 'rollo'--, pero lo que nos interesa aquí es cómo se inició todo.
Olvido Hormigos, concejal socialista de Los Yébenes (Toledo), se graba un video de un minuto y medio masturbándose frente a la cámara de su teléfono y se lo remite a un amigo a su móvil utilizando WhatsApp, la herramienta más popular de mensajería instantánea en los smartphones que probablemente usted también tenga instalada y utilice.


WhatsApp funciona con los sistemas operativos de Google (Android), Blackberry OS, Windows Mobile, Windows 8 y el de NokiaSymbian60, así como el de Apple (el de iOs de Mac para iPhone).

Erika Montañés explica en ABC que tanto los fabricantes como los expertos informáticos advierten que si configuras el WhatsApp para que lo guarde en la llamada «nube» o en la carpeta local del móvil donde te guarda todos los archivos en caso de que uses Android, entonces ese vídeo estaría allí guardado, en su propio móvil.

Si Olvido envió a través de WhatsApp su vídeo al del joven futbolista acusado, por ejemplo, estaría en ambos dispositivos, además de quedar a la suerte del habilidoso «hacker» que quisiera utilizar esa información reservada.

En Android, al instalar la aplicación de mensajería, se crea una carpeta en un punto de montaje del sistema operativo basado en Linux y todos los contenidos compartidos por WhatsApp se descargan directamente en esa carpeta (/scard/WhatsApp/media). Cualquiera que tenga acceso a ese celular puede acceder a la carpeta.

En el caso de los iPhone, la llamada «nube» o iCloud de Apple, por ejemplo, no es más que un trozo de disco compartido desde un servidor al que se puede acceder con un usuario y una contraseña desde un PC u otro dispositivo. Es decir, con ese usuario y contraseña, o consiguiéndolo de algún modo, también se puede tener acceso y leer toda la avalancha de información que se puede transferir a través de WhatsApp.

El WhatsApp, a día de hoy, se utiliza como si tratase de un chat, aparte de que esa posibilidad de compartir y enviar todo tipo de archivos de audio, vídeo e imagen hacen más fluida la conversación, para lo cual solo tiene que existir la conexión a internet del móvil. Las conversaciones tampoco se pierden, y se pueden recuperar o salvar siempre. De hecho, podemos incluso configurar la aplicación en la pantalla de Ajustes para guardar el historial de todas las conversaciones (con sus imágenes y vídeos internos, incluidos) desde un principio. En esta aplicación también existe la opción de enviar historial de chats, donde se selecciona la conversación concreta y se envía si se desea (con la posibilidad de convertirla en archivo formato TXT, o guardar los archivos como fotos y vídeos por defecto también). El último paso es enviar ese historial en forma de correo electrónico, con lo que el rastreo de esa conversación también se quedaría en la bandeja de salida de e-mails de ese terminal.

Y si alguien se fiaba de tener confidencialidad en sus conversaciones, debería conocer también que en el mercado existe un amplísimo abanico de software-espía y aplicaciones que se llaman «Cómo espiar WhatsApp en móviles Android e iPhone» y que por precios que rodean los 470 euros permiten espiar WhatsApp, rastrear su contenido, grabar las llamadas, la hora y fecha, su duración, grabar los mensajes que contengan también fotos y vídeos, y dependiendo del tipo de teléfono móvil, usar GPS en los programas para saber en qué dirección o lugar del mapa se están produciendo esas conversaciones. Son programas que, según explican algunos de sus fabricantes, emplean sobre todos aquellos que olisquean una posible infidelidad o o padres en busca de conocer dónde están sus hijos en todo momento.

Los programas modernos para espiar móviles son discretos y se instalan instantáneamente sin necesidad de conectarse en un ordenador. El registro se guarda en un servidor y da la opción de poder acceder a él desde cualquier computadora o móvil con conexión a internet. Permiten hasta hacer capturas de imágenes de los mensajes que interesen, tanto los enviados como los recibidos.

No obstante, en el caso de la concejal Olvido, los informáticos y fabricantes sugieren que lo más probable es que la concejal socialista o una persona cercana compartiera el archivo a través de WhatsApp y de ahí a que alguien lo subiera a YouTube era sólo cuestión de tiempo.

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