primer rumor ‘genovés’ se refiere Carlos Dívar, un personaje que lejos de pedir disculpas al personal por su alegría a la hora de tirar del presupuesto público, todavía tiene el desparpajo de decir que sobre todo lo siente por la imagen de la justicia. Dicho esto, seguro que más de uno de los que ha seguido este penoso sainete, se habrá preguntado cómo con su grisácea hoja de servicios ha logrado ascender hasta la presidencia del Tribunal Supremo y del CGPJ.
El segundo tiene también nombre y apellidos: Tomás Iribarren Fernández Rogina. Los más familiarizados con Mariano y sus monosabios recordarán que este genovés de Pontevedra es, probablemente, como el anuncio de una conocida cerveza, uno de los mejores y más amigo de nuestro primer ministro de la Islas Salomón. Tan amigo es que su carrera profesional y política no se explica sin el aliento y apoyo de su Mariano. La cuestión es que hasta hace poco mataba el rato como Director General de Madrid Plataforma Logística, una asociación pública-privada, de las que tanto les gusta incluir en sus programas electorales a los genoveses originales y genuinos y que en la práctica está bajo la tutela política y financiera del tándem formado por la Sra. Condesa Aguirre y el presidente de la patronal madrileña, Arturo Fernández.
Hasta aquí nada nuevo bajo el sol. El caso es que, al hilo de la crisis en Bankia y sus alrededores, además de ganarse la vida en esa Plataforma Logistica, resulta que también tenía su parte del botín en algunos de los numerosos Consejos y Consejillos de Administración de sociedades participadas por Bankia. Otra razón más para que se ponga en marcha una Comisión de Investigación que, entre otras cosas, fuera capaz de hacer una lista completa de todos y cada uno de los genoveses que, ya sea primero en Caja Madrid y luego en Bankia, no dudaron en forrarse a costa de los impositores y no impositores.
El tercero de los rumores en convalidación ayuda, una vez conocido, a explicar algunos nombramientos increíbles de este gobierno no menos increíble. Vayamos al grano. Con motivo de la huelga general del pasado 29M, los contribuyentes nos quedamos atónitos al escuchar las sorprendentes explicaciones que la portavoz del Ministerio del Interior nos iba dando a lo largo y ancho de la jornada de huelga. Su nombre Cristina Diaz Márquez y de profesión: juez.
Sus intervenciones fueron un autentico despropósito y fueron muchos, genoveses incluidos, los que no lograban explicarse como una juez como ella estaba en un sitio como ése. La respuesta no estaba en el aire. Cuentan los generalmente bien informados que Jorge Fernández Díaz y sus colaboradores más directos se encontraron con la candidatura de esta juez gracias a los desvelos de un conocido clan genovés formado por una ministra que es colega del piadoso de Fernádez Díaz y que además tiene un hermano eurodiputado. A veces, las claves para entender un nombramiento son más simples que el mecanismo de un chupete.
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