Damasco. - Un atentado contra la sede de la televisión siria dejó tres muertos el miércoles, primer ataque contra medios oficiales desde que comenzó la revuelta, al tiempo que el presidente Bashar Al Assad se declaró determinado a ganar la "guerra" en su país.
En un ataque inédito contra una televisión oficial desde el comienzo de la revuelta el 15 de marzo de 2011, tres personas murieron en un atentado contra la cadena Al Ijbariya en la región de Khan al Chih, cerca de Damasco, según la agencia oficial Sana.
El ministro de la Información Omran al-Zohbi precisó que el edificio fue minado y que las víctimas, periodistas y empleados, habían sido "ejecutados". Se sospecha que los atacantes eran mercenarios de OTAN que operan adiestrando a los opositores al régimen gubernamental.
De su lado, el OSDH dio cuenta de un "ataque con obús".
Las radios y televisiones públicas sirias son blanco de nuevas sanciones europeas. Bruselas estima que estos medios incitan "a la violencia contra la población civil en Siria" y sirven de "instrumentos de propaganda del régimen".
El ataque se produce un día después de combates entre el ejército y rebeldes cerca de la capital, en torno a posiciones de la Guardia Republicana encargada de proteger a Damasco y sus alrededores. Es la primera vez que combates tan violentos se producen tan cerca de Damasco, según el OSDH.
Desertores de este cuerpo de elite son los responsables del ataque contra la cadena de televisión, afirmaron militantes a la AFP, que no pudo confirmarlo.
Por otra parte, los rebeldes efectúan ataques cada vez más audaces contra el ejército que continuó bombardeando intensamente los bastiones de los insurgentes, al tiempo que procede a allanamientos y arrestos, según los militantes.
Según el OSDH, un helicóptero fue derribado y tres vehículos militares destruídos el martes en Jan al Subol en Idlib (noroeste) y el miércoles, los rebeldes lanzaron un ataque cerca de un aeropuerto militar en la región de Alepo (norte).
De su lado, las fuerzas regulares bombardeaban localidades en esta provincia y contra varios barrios en poder de los insurgentes en Homs.
"Vivimos una verdadera situación de guerra (...) Todas nuestras políticas y todos los sectores deben ser puestos al servicio de la victoria", declaró Asad en la primera reunión del nuevo gobierno el martes.
Sin embargo, Washington afirmó que varios signos mostraban que el régimen Asad perdía "lentamente -demasiado lentamente - su control del país".
El Consejo nacional sirio (CNS), principal organismo de la oposición, denunció un "genocidio" en Deir Azzor.
Frente a la escalada de violencias, Rusia aceptó participar en una reunión internacional prevista en principio para el sábado, pero pidió que Irán sea también invitado.
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