Los legisladores de Reino Unido interrogarán este lunes a ejecutivos de Starbucks, Google y Amazon para saber cómo se las han arreglado para pagar solamente pequeñas cantidades de impuestos en el país mientras acumulaban miles de millones de dólares en ventas. El Comité de Cuentas Públicas (PAC por sus siglas en inglés), que se encarga de supervisar los asuntos financieros del Gobierno, ha invitado a las compañías a dar pruebas en medio de una creciente preocupación pública y política sobre la evasión de impuestos por parte de grandes empresas internacionales, un fenómeno que también se da en España.
También en Francia las autoridades se han puesto en marcha para tratar de frenar estas prácticas, además de en Alemania o Italia. De hecho, hasta el G-20 ha encargado un informe a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Europeo (OCDE) para que presente un informe al respecto en su próxima reunión. Entre las empresas citadas ante el Parlamento europeo se echa en falta, de forma destacada, a Apple o Microsoft.
"Es difícil para una persona normal creer que es justo", dijo Margaret Hodge, miembro del Parlamento del partido laborista de oposición y presidenta del PAC. "Hace que la gente se enfade en el actual clima fiscal", agregó, en referencia a las medidas de austeridad con grandes déficits presupuestarios a los que se ha visto obligado a tomar Reino Unido y otros países.
Reino Unido y Alemania anunciaron la semana pasada unos planes para impulsar al G-20, el grupo compuesto por las 20 potencias económicas mundiales, a hacer que las multinacionales paguen su "parte justa" de impuestos tras las informaciones sobre grandes firmas que explotan lagunas legales para evitar impuestos.
Starbucks, según publicó Reuters, no había pagado impuestos de sociedades ni de renta en Reino Unido en los últimos tres años. La mayor cadena de cafés del mundo pagó solo 8,6 millones de libras (unos 10,7 millones de euros) en impuestos en Reino Unido durante 13 años en los que registró unas ventas de 3.100 millones de libras.
El grupo de campaña británico Uncut, que se opone a las medidas de austeridad del Gobierno y que ha organizado protestas contra el operador de telecomunicaciones británico Vodafone y la farmacéutica Boots por sus prácticas relacionadas con impuestos, dijo en un comunicado el lunes que planeaba tener entre sus objetivos a Starbucks.
Starbucks dijo que sigue las normas sobre impuestos en cada país donde opera y trata de pagar su parte justa de impuestos. "Estamos comprometidos a ser transparentes en esta cuestión y esperamos comparecer ante ese comité", dijo una portavoz.
El director financiero de Starbucks, Tory Alstead, comparecerá ante el comité, así como Matt Brittin, consejero delegado de Google en Reino Unido, y Andrew Cecil, Director de Políticas Públicas de Amazon con sede en Bruselas, dijo una portavoz de PAC.
Documentos legales de Google muestran que obtuvo 4.000 millones de dólares en ventas el año pasado en Reino Unido, pero a pesar de tener un margen de beneficios del 33 por ciento, su principal unidad en Reino Unido tuvo una carga por impuestos de solo 3,4 millones de libras en 2011.
La compañía evita pagar impuestos en Reino Unido canalizando las ventas a través de su unidad irlandesa, un arreglo que le permitía pagar una tasa de impuestos del 3,2 por ciento sobre las ganancias fuera de Estados Unidos. La principal unidad de Amazon en Reino Unido pagó menos de un millón de libras en impuestos sobre la renta el año pasado. La compañía tuvo unas ventas en suelo británico de entre 5.300 y 7.200 millones de dólares, según documentos legales.
Amazon evita los impuestos británicos informando de sus ventas europeas a través de una unidad con sede en Luxemburgo. Esta estructura le permitió pagar una tasa de impuestos del 11 por ciento sobre beneficios extranjeros el año pasado, menos de la mitad de la media del impuesto sobre la renta en sus principales mercados. Google no quiso hacer comentarios. Amazon no respondió a las peticiones de comentarios.
Hodge y el exministro de Finanzas Paul Myners dijeron al periódico Sunday Telegraph que el Gobierno debería considerar un nuevo impuesto basado en los ingresos para asegurarse que los beneficios por las ventas en Reino Unido no se vayan fuera.
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