Además del brote verde encontrado esta misma semana en su propio salón comedor, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, asegura haber visto también una serie de señales luminosas de color naranja fuerte que la cegaron mientras hacía ayer el amor con un ser del que no se han querido dar más datos, y cuya naturaleza y composición no podrá ser revelada en tanto en cuanto la ciencia no permita viajar más allá de Orión.
“Las señales”, declara la ministra Báñez, “eran tan intensas y estrambóticas que me hicieron olvidar la letra completa del Aserejé y el número atómico del vanadio, además de encontrarle un nuevo significado a la palabra obrero, más ligera y divertida”. Al parecer, después del avistamiento, Báñez volvió a hacer el amor con el ser, pero en su cabeza, asegura la ministra, solo existía ya la palabra Jueves y una inmensa e inexplicable alegría que la transportó a un estado tan elevado y supra-existencial que le permitió, según explica ella misma, seguir moviendo su cuerpo rítmicamente mientras telefoneaba al mismo tiempo al ministro del Interior, Jorge Fernández.
Desde primeras horas de la mañana, ambos ministros se encuentran reunidos en Moncloa, en el salón anexo de la Fantasía, para organizar la operación salida de la crisis que, “sin lugar a dudas”, tendrá lugar el próximo jueves a partir de las ocho de la tarde. La salida, que será simultánea en toda España, una hora más tarde en Canarias, se hará, según ha sabido esta redacción, en filas de cincuenta mil personas, a paso ligero y sin pertenencias personales, únicamente una muda limpia, alguna fotografía personal y un entrepán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario