El actor de 60 años confirma su adicción a las operaciones para modificar su rostro. Tiene cinco operaciones en la nariz, una en el pómulo y dos en una oreja.¿Habrá más?
De joven, Rourke era conocido por su belleza, que lo ayudó mucho a iniciar su carrera en Hollywood.
Pero en 1991, cuando su fama decayó y ya no tenía lugar en los sets de filmación, decidió dedicarse al boxeo.
Al tiempo, cuando tuvo que abandonar el pugilato porque el daño sufrido en el ring lo había dejado con riesgo neurológico, quiso volver a la actuación.
Como los golpes le habían desfigurado el rostro, decidió recuperar su anterior delicadeza a través de las cirugías estéticas. Entonces empezó una carrera que parece no tener fin, ya que cada operación lo deformaba más, lo que lo llevaba a volver al quirófano en busca de corregir los errores de la intervención anterior.
“Me rompí la nariz dos veces. Me hice cinco operaciones en ella y un en el pómulo. Tuvieron que sacarme cartílago de mi oreja para reconstruirme la nariz y que hacerme dos intervenciones para arreglarme la oreja porque la cicatriz no estaba sanando bien. Esa fue una de las operaciones más dolorosas, aunque la peor fue la de hemorroides”, había asegurado al Daily Mail en 2009.
“La mayor parte de las cirugías fue para arreglar el desastre que el boxeo me había provocado en el rostro, pero fui al médico equivocado”, agregaba.
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